tienes un corazón bien ingrato, querido
miércoles, 26 de enero de 2011
domingo, 23 de enero de 2011
Me acuerdo de una tarde de supermercado. Volábamos alto y me compraste una toalla morada y un bálsamo de lima limón para cuando me quedara contigo. La primera vez que me metí en tu tina me lavé el pelo hacia abajo, como peinandolo, para no enredarlo.
Otra vez de esas en que pasábamos todo el día retozando en la cama y nos bañábamos para salir a comprar algo rico para la once, me desenredaste el pelo como a una niña y me lo secaste largo y muy suavemente con el secador, era invierno.
Siempre me sacaste en brazos de la tina, envuelta en mi toalla que guardabas en una bolsita en tu closet.
Contigo me di mi primer baño de tina, con sales y una espumita azul.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)